¿es posible ver sin los ojos físicos? La respuesta es un rotundo, ¡¡SI!! Pero, ¿cómo despertamos esta capacidad?? Desde INTUILAB, proponemos el trabajo conjunto de 4 pilares diferenciados para llegar a activar la capacidad inherente en el ser humano de “ver” sin los ojos, llegando a percibir el entorno inmediato de una forma muy similar (o incluso mejor en algunas ocasiones) a lo que percibimos con nuestros ojos físicos.
No obstante, no podemos considerar estos pilares como bloques aislados sino más bien como un conjunto de pilares que se superponen unos con otros de forma coordinada.
En el día de hoy, hablaremos exclusivamente del 1er pilar; LAS BIOANTENAS
Según Tor Norretranders The User Illusion (1999), la mente subconsciente podría procesar hasta 20 millones de estímulos ambientales por segundo, en tanto que la consciente apenas unos cuarenta. Para tener un ejemplo claro, estaríamos comparando el aforo de una sala de multicines pequeña (unas 100 personas), con la población total de España (casi 50 millones de personas); realmente, no estamos percibiendo prácticamente nada!!!
Para empezar a abrir el campo de percepción, es imprescindible empezar a acallar nuestra mente dejando paso a nuestra intuición.
Para ellos, nos enfocaremos en 3 estrategias básicas:
- La meditación
- La respiración
- Tapar los ojos
En INTUILAB mediante un programa de formación de 12 sesiones, trabajaremos meditaciones muy específicas que nos ayudaran a que nuestro cerebro se relaje y empiece a funcionar en ondas ALFA dando lugar a un estado de consciencia ideal para comunicarnos con nuestro subconsciente y abrir un canal más amplio a nuestra percepción.
Por otro lado, os pondremos una serie de respiraciones que generalmente trabajaremos en 3 bloques diferenciados y cuyo objetivo será intervenir en la rama parasimpática de nuestro sistema nervioso, provocando un estado de calma total en nuestro cuerpo en general y en nuestro corazón y nuestra mente en particular.
Finalmente, y de forma simultánea, taparemos los ojos de nuestros participantes con antifaces muy específicos (que no dejan pasar nada de luz) para generar una sensación de oscuridad. Sin luz, y junto al trabajo simultaneo de meditación y respiración, nuestra glándula pineal (también conocida como cuerpo o órgano pineales) segrega melatonina. Dicha hormona, relaja la actividad cerebral y nos induce al sueño.
Combinado estas tres estrategias reduciremos nuestra actividad cerebral y nos acercamos a estados más introspectivos que nos permiten ser más sensibles a estas informaciones que normalmente nos pasan desapercibidas.
En los últimos años hay autores como Felipe De Oliveira o Rick Strasmann afirman que la glándula pineal en momentos determinados puede generar un campo electromagnético, y como tal sería sensible a las frecuencias electromagnéticas del entorno. Es decir, actuaría como una antena biológica (BIOANTENA) capaz de captar estas informaciones sutiles de nuestro entorno.
Por otro lado, aumentando la presión alrededor de dicha glándula, lo cual podremos lograr con meditaciones específicas, los cristales que se encuentra en la pineal y que poseen cualidades piezoeléctricas pueden aumentar dicho campo electromagnético “dando más potencia a nuestra BIOANTENA” y haciendo todavía más sencillo captar estas informaciones sutiles y en consecuencia aumentando nuestra intuición.
Por otro lado, tras aplicas las estrategias de meditaciones y los bloques de respiración estaríamos incidiendo en otro de nuestros centros de percepción; el corazón. Nuestro corazón posee un sentir propio y dispone de más de 40.000 neuronas. No es de estañar que muchas de las decisiones intuitivas que tomamos en nuestra vida las hagamos desde el corazón o lo que habitualmente conocemos en el acervo popular como “tener una corazonada”
Estas dos BIOANTENAS están disponible para nosotros y nuestra misión en INTUILAB será que reconectes con ellas y las pongas a funcionar al máximo rendimiento.
En próximas entradas desarrollaremos el resto de los pilares para que puedas ir conociendo este fascinate mundo de la intuición.
Y recuerda ¡Estas capacidades son inherentes a todos los seres humanos! Y como leer y escribir, ¡solo hace falta de práctica y alguien que te guíe en el aprendizaje!